Los ponchos personalizados que causan furor y han salvado el año de Burberry

Renovarse o morir. El popular lema es aplicable a multitud de negocios, pero quizás uno en los que mejor encaja es en el de la moda, un mercado en continua evolución. Una de las marcas de ropa más conservadoras, Burberry, no es ajena a esta realidad. En un escenario en el que las ventas de la firma británica estaban de capa caída, la compañía ha conseguido sostener los ingresos en la temporada de otoño gracias a una nueva fórmula: la personalización de sus prendas. Y más concretamente de los ponchos para mujeres, que cada vez se dejan ver más en las revistas de moda.

Aunque el viejo tartán de cuadros beige, negro y rojo de Burberry no pasa de moda, la firma busca nuevos reclamos para sus clientes. El último que está golpeando con fuerza  lo presentó el pasado otoño dentro de la colección del diseñador Christopher Bailey.

Se trata, como se ha mencionado, del poncho personalizado, que incluye la opción de elegir las telas, los colores o los estampados que el cliente desee, se ha extendido y es habitual ver a celebrities comoSarah Jessica Parker, Rosie Huntington-Whiteley, Alexa Chung o Sienna Millerenvueltas por uno de ellos. De hecho, una de las tendencias que más está triunfando es la de bordar las iniciales del nombre del comprador (SJP, por ejemplo, en el caso de la actriz Sarah Jessica Parker).

De acuerdo con los datos de la firma textil, el 70% los clientes de Burberry que se deciden por comprar uno de estos ponchos a través de su página web los piden personalizados. En una conferencia con analistas, el director financiero de la compañía, Carol Fairweather, ha asegurado que esta iniciativa “ha sido un éxito sobresaliente”.

Hasta el punto de que es la artífice de haber maquillado los ingresos del grupo en el último trimestre, en un contexto en el que su principal mercado, Asia, no ha respondido a las expectativas, como consecuencia, entre otros motivos, de la inestabilidad que han generado las continuadas protestas en Hong Kong, señala Quartz.

El resultado de esta novedosa propuesta ha sido tan positivo que la empresa ha extendido la personalización de prendas a su clientela masculina, que en el último año fiscal representó el 23% de las ventas totales de Burberry. Así, en la puesta de largo de 2015 en Londres, se pudieron ver abrigos y bufandas de hombre personalizadas, incluido, también el bordado de las iniciales del nombre del cliente. Los ponchos, de momento, sólo diseñados para mujeres, así que si algún hombre quiere uno, tendrá que conformarse con la versión femenina.